Y este polvo sobrevive
la muerte de las eras.
Duerme en profundas capas de barro,
negro, rojo y ocre oscuro;
duerme bajo el húmedo pelaje de una colina de noviembre
donde el pasto crecido es el color del zorro;
duerme profundo debajo de lagos;
a doce metros sobrevive,
polvo de praderas árticas,
antiguo y duro
como el amor.
- Moya Cannon, Polen, de Aves de invierno y otros poemas
Besos y saludos para mi amiga Polar, desde el cuarto contiguo.
ResponderEliminarBesos también para ti mi querida Elise. Desde este cuarto contiguo no estoy a kilómetros de distancia. Una mujer y su poesía zumba a través de mis huesos y mi mente. Y me lleva el corazón a los bosques de Cantabria. Me gusta saber que estás ahí. Gracias Elise. Desde mi hogar ártico te envío más besos y un mensaje a Viena para que te cuide y te dé dulzura. Buenas noches, princesa. Buenas noches, y dulces sueños.
ResponderEliminarEstoy, estoy aquí (y te leo, y leeré cualquier cosa que escribas, a mí personalmente o en tu blog). Gracias y vamos a plantar árboles.
ResponderEliminarSí. Vamos a plantarlos! Para que los bosques no se acaben nunca...Es lo que hacemos cuando seguimos tratando de cultivar nuestro jardín...
ResponderEliminarYo también, Elise, te leeré y te releeré, siempre. Y te extrañaré si pasa mucho tiempo sin saber de ti...