Francesca Woodman, 1979 Untitled N.313
martes, 30 de junio de 2015
domingo, 28 de junio de 2015
De cuando McMurphy se presenta ante los internos
—Caramba, qué grupo más lastimoso. A mí no me parecéis demasiado locos, chicos.
Está intentando que se relajen, como el subastador que cuenta chistes para que el público se sienta a sus anchas antes de empezar a pujar.
—¿Quién cree ser el más loco de todos? ¿Quién es el peor lunático? ¿Quién organiza estas partidas de cartas? Es mi primer día aquí y me gustaría producirle una buena impresión al jefe, si es capaz de demostrarme que él es quien manda aquí. ¿Quién es el gran lunático de esta sala?
Se dirige claramente a Billy Bibbit. Se inclina y le mira tan fijamente que Billy se ve obligado a balbucear
que todavía no es el gra-a-a-a-an lunático, pero que está en la li-i-i-i ista.
McMurphy le tiende una gran manaza y Billy no tiene más remedio que estrecharla.
—Muy bien, amigo —le dice a Billy— me alegra que estés en la lista de grandes lunáticos, pero como tengo la intención de ponerme al frente de todo este tinglado, lo mejor será que hable con el primero de a bordo.
Mira a su alrededor, hacia el rincón donde algunos Agudos han interrumpido su partida de cartas, y, al verlos, se cubre una mano con la otra y hace crujir todos los nudillos.—Veréis, amigos, mi intención es convertirme en una especie de rey del juego de esta galería, dirigir un pérfido juego de bacará. O sea que lo mejor será que me presentéis a vuestro jefe y decidiremos quién va a mandar aquí.
***
(...) Tenía los hombros, los senos y las caderas demasiado anchos y su sonrisa era demasiado franca y abierta para poder considerarla hermosa, pero era bonita, se la veía sana y llevaba colgada de un largo dedo el asa de una garrafa de vino tinto que balanceaba como si fuese un bolso.
***
Si no estamos alerta la gente nos obliga de un modo u otro a hacer lo que ellos creen que deberíamos hacer, o bien a ponernos tercos y hacer exactamente lo contrario, por puro despecho.
***
Nadie se queja de la niebla. Ahora ya sé por qué: aunque resulte molesta, permite hundirse en ella y sentirse seguro.
***
La respuesta nunca es la respuesta. Lo que es realmente interesante es el misterio. Si usted busca el misterio en lugar de la respuesta, siempre estarás buscando. Nunca he visto a nadie realmente encontrar la respuesta, pero creo que la tienen. Así que deja de pensar. Pero el trabajo es buscar misterio, evocar misterio, plantar un jardín en el que extrañas plantas crecen y florecen misterios. La necesidad de misterio es mayor que la necesidad de una respuesta.
- Ken Kesey, Alguien voló sobre el nido del cuco. (Fragmentos)
"Sabes lo que me gustaría ser de verdad si pudiera elegir?
- ¿Qué?
- JD Salinger, El guardián entre el centeno
Este fragmento es el que da el título a la obra de Salinger. Cuando empezamos a leer el libro no entendemos el sentido del título, nos extraña muchísimo. Pero al llegar al capítulo 22 en una conversación entre Holden y su hermana Phoebe, ella le está “riñendo” porque le han expulsado de nuevo y cuando ella le pregunta si algo le gusta, si pretende hacer algo de provecho en su vida él le responde lo de la canción...
Y se refiere al siguiente poema de Robert Burns, " Comin' Thro' the Rye " escrito en 1782,
Viniendo entre el centeno
Jenny es un pobre cuerpo empapado;
Jenny casi nunca está seca;
Ella arrastraba las enaguas,
Viniendo entre centeno.
Viniendo entre el centeno, pobre chica,
Viniendo entre centeno,
Arrastraba las enaguas.
Viniendo entre el centeno.
Si un cuerpo encuentra otro cuerpo
Viniendo entre el centeno,
Si un cuerpo besa otro cuerpo
¿Tiene alguien que llorar?
Si un cuerpo encuentra otro cuerpo
Viniendo entre la cañada;
Si un cuerpo besa otro cuerpo,
¿Tiene el mundo que saberlo?
Alda Merini: A través de los árboles
Tú no lo sabes:
hay abedules que de noche
levantan sus raíces,
y no creerías nunca
que de noche los árboles
caminan o se convierten en sueños.
Piensa que en un árbol hay
un violín de amor.
Piensa que un árbol canta y ríe.
Piensa que un árbol está
en un barranco y luego se convierte en vida.
Ya te lo dije: los poetas no se redimen,
se los debe dejar volar entre árboles
como ruiseñores listos para la muerte.
Alda Merini, A través de los árboles
sábado, 27 de junio de 2015
"No tengo derecho a decir que soy uno que sabe. Yo era uno que busca, y lo sigo siendo, pero ya no busco en las estrellas o en los libros; Estoy empezando a escuchar las enseñanzas de mi sangre pulsando dentro de mí. Mi historia no es agradable, no es dulce y armoniosa como las historias inventadas; sino que sabe de la locura y el desconcierto, de la locura y el sueño, como la vida de todas las personas que ya no quieren mentirse a sí mismos. "
- Hermann Hesse
En el descomienzo era el verbo.
Sólo después fue que vino el delirio del verbo.
El delirio del verbo estaba en el comienzo, allí donde el
niño dice: Yo escucho el color de los pájaros.
El niño no sabe que el verbo escuchar no funciona
para color, sino para sonido.
Entonces si el niño cambia la función de un verbo,
éste delira.
¿Y qué?
En poesía que es voz de poeta, que es la voz de hacer
nacimientos-
el verbo tiene que coger delirio
- Manoel de Barros, VII, de Una didáctica de la invención
La portada del Ulysses del 2 de febrero de 1921
La portada de la 1ª edición del Ulises en azul. Joyce se ocupó personalmente y con terca determinación para conseguir la exactitud de lo que buscaba simbolizar: el azul de la bandera griega y tal vez del mar de Ulises. La entusiasta librera y editora Sylvia Beach lo cuenta en Shakespeare & Cº:
"Uno de mis problemas fue el papel para las tapas del libro. El normal deseo de Joyce de vestir su libro con el bonito tono azul de la bandera griega fue la causa de una de nuestras mayores dificultades.¿Quién iba a pensar que no podríamos encontrar el bonito tono azul de la esta bandera?Una y otra vez Darantière vino a París y estuvimos haciendo pruebas mezclando diferentes azules, descubriendo que la nueva muestra no se parecía nada al azul de la bandera griega que ondeaba en Shakespeare and Company en honor de Ulises."
Tu sombrero se levanta despacio, saluda, y vuela al viento,
tu cabeza desnuda enamora a las nubes,
tu corazón tiene que hacer en otra parte,
tu boca asimila lenguas nuevas,
la hierba tembladera menudea por aquí,
el verano apaga y enciende los ásteres con un soplo,
ciego por los copos levantas el rostro,
ríes y lloras y te hundes en ti,
qué más ha de ocurrirte -
¡Explícame, amor!
El pavo con solemne asombro hace la rueda,
la paloma levanta su collar de plumas,
el aire se dilata repleto de arrullos,
grita el ánade, el país entero
se sirve de la miel silvestre, también en el sereno parque
los arriates están enmarcados con un polvo dorado.
El pez se ruboriza, adelanta a la bandada
y se precipita entre grutas al lecho de coral.
Al son de la música de la arena plateada baila tímido el escorpión.
El escarabajo huele de lejos a la más espléndida;
¡si yo tuviera sus sentidos, notaría también
que brillan alas bajo el caparazón de ella,
y tomaría el camino del fresal lejano!
¡Explícame, amor!
El agua sabe hablar,
la ola toma a la ola de la mano,
en la viña el racimo se hincha, salta y cae.
¡Cuán confiado sale el caracol de su casa!
¡Una piedra sabe conmover a otra!
Explícame amor, lo que no sé explicar:
¿trataré durante este tiempo corto y hostil
únicamente con pensamientos y sólo yo
no conoceré ni haré nada afectuoso?
¿Tiene uno que pensar? ¿No le echarán de menos?
Dices: otro espíritu cuenta con él...
No me expliques nada. Veo a la salamandra
pasar por todos los fuegos.
Ningún horror la persigue y nada le causa dolor.
- Ingeborg Bachmann, Explícame, amor, De "Invocación a la Osa Mayor"
viernes, 26 de junio de 2015
Mi sombra va silenciosa
por el agua de la acequia.
Por mi sombra están las ranas
privadas de las estrellas.
La sombra manda a mi cuerpo
reflejos de cosas quietas.
Mi sombra va como inmenso
cínife color violeta.
Cien grillos quieren dorar
la luz de la cañavera.
Una luz nace en mi pecho,
reflejado, de la acequia.
Federico García Lorca, Tres Retratos con Sombras, Debussy (Canciones 1921-1924)
Masao Yamamoto, A Box of Ku
Normalmente el universo oriental, con su particular filosofía y visión de la vida, nos resulta un tanto ajeno en comparación al narcisismo exacerbado de occidente. Por ejemplo, hay una corriente japonesa, el “Wabi-sabi” que va de lo estético a una forma de comprender el mundo que se basa en la fugacidad y la impermanencia. Algo que a los Occidentales nos cuesta mucho de asumir, empeñados en que todo dure eternamente, y a ser posible nuevo.
Enmarcado en esta corriente, seguramente más por su contexto vivencial que por una intención artística concreta, Masao Yamamoto nos ofrece unas obras de belleza imperfecta e inquietante pero tremendamente humanas precisamente por eso. Algunas características de esta estética son la asimetría, la aspereza, la sencillez, la intimidad y el proceso natural. En la wikipedia puede leerse que “Richard R. Powell lo resume diciendo que ello (el wabi-sabi) cultiva todo lo que es auténtico reconociendo tres sencillas realidades: nada dura, nada está completado y nada es perfecto“.
miércoles, 24 de junio de 2015
Crimen y castigo. Fiodor Dostoievski. Modern Library College Editions, 1950 (primera publicada en 1866). Sobrecubierta original, ilustración de Paul Galdone
Un joven con problemas comete el crimen perfecto - el asesinato de un prestamista vil a quien nadie extrañará. Raskolnikov está desesperado por dinero, pero se convence de que su móvil del asesinato es beneficiar a la humanidad. Así comienza una de las más grandes novelas jamás escritas, un viaje a la mente criminal, un thriller policial, y una meditación filosófica sobre la moral y la redención.
lunes, 22 de junio de 2015
"Al parecer, huir es poco glorioso. Lástima, porque es muy agradable. La huida proporciona la más formidable sensación de libertad que se pueda experimentar . Te sientes más libre huyendo que si no tienes nada de lo que huir. El fugitivo tiene los músculos de las piernas en trance, la piel temblorosa, las fosas nasales palpitantes, los ojos abiertos.
El concepto de libertad es un tema tan manido que las primeras palabras me hacen bostezar. La experiencia de la libertad es otra cosa. Uno debería tener siempre algo de lo que huir, para cultivar esa maravillosa posibilidad. De hecho, siempre hay algo de lo que huir, aunque sólo sea de uno mismo."
- Amélie Nothomb, Ni de Eva ni de Adán
domingo, 21 de junio de 2015
"Always the beautiful answer who asks a more beautiful question."
- ee. cummings, Introduction from New Poems
"Le preguntan a Luder por qué rompió con una amiga a la que adoraba. Porque no tenia ningún contacto con su pasado. Vivía constantemente proyectada en el tiempo por venir. Las personas incapaces de recordar son incapaces de amar."
***
"Quizás solo en el instante de morir -dice Luder-recibamos la llave del cofre donde está guardado el libro que contiene el secreto de la verdad. Pero ya no podremos transmitir ni la llave, ni el libro, ni el secreto, ni la verdad."
***
"Lo mismo o algo parecido dice Montaigne en sus "Ensayos" -le reprocha alguien al escucharlo lanzar una sentencia moralizante .
- ¿Y qué? -protesta Luder. Eso sólo demuestra que los clásicos siguen plagiándonos desde la tumba."
***
"¿No te preocupa escribir desde hace treinta años para haber alcanzado tan minúscula celebridad? -le preguntan a Luder.
- Por supuesto. Me gustaría escribir treinta años más para llegar a ser completamente desconocido."
***
"Un amigo irrumpe en su casa para anunciarle que ya se firmó el armisticio.
- ¡Bah!- comenta Luder. Ya te darás cuenta que la paz solo consiste en cambiar la guerra de lugar."
***
"Lo encuentran paseándose abstraído en torno a la mesa de su biblioteca.
Me he dado cuenta -dice Luder- que nuestra vida solo consiste en dar vueltas y vueltas alrededor de unos cuantos objetos."
***
"Es penoso irse del mundo si haber adquirido una sola certeza -dice Luder-. Todo mi esfuerzo se ha reducido a elaborar un inventario de enigmas."
***
"Hay que estar muy atentos -dice Luder- hay que estar día y noche atentísimos para descubrir la ventana por la cual podemos despegar intrépidamente hacia lo desconocido."
***
"No hay que buscar la palabra más justa, ni la palabra más bella, ni la más rara –dice Luder. Busca solamente tu propia palabra."
- Julio Ramón Ribeyro, "Dichos de Luder"
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