El Día Internacional de la Mujer del 8 de marzo fue declarado por Naciones Unidas en 1975.
Las mujeres obreras han jugado un papel fundamental en el avance de la lucha feminista.
En EEUU se encuentran los orígenes de la conmemoración. En la celebración del Día de la Mujer Trabajadora, el 8 de marzo, está la larga historia de la lucha y movilización de las obreras norteamericanas contra la explotación laboral a las que eran sometidas.
Ellas empezaron a exigir mejoras en sus condiciones laborales. Obreras que dieron su vida durante aquellas protestas y, desde entonces, los derechos de las mujeres se pusieron sobre la mesa.
Fueron las obreras de la confección las que lucharon contra la explotación exigiendo unas condiciones laborales dignas.
Fueron mujeres las que marcharon el 8 de marzo de 1857
A pesar de las amenazas, miles de trabajadoras textiles salieron a las calles de Nueva York con el lema "Pan y rosas" para protestar por las penosas condiciones laborales, reclamar reducción de horario y exigir el fin del trabajo infantil.
La marcha es duramente reprimida por la policía. Pero ellas seguían protestando y organizándose y diez años después, en 1867, las planchadoras de cuellos de Míchigan organizan un sindicato y mantienen durante tres largos meses, con sus días y con sus noches, una huelga para demandar subidas salariales. Los patronos se opusieron y fueron respaldados por las autoridades. Sus reivindicaciones no fueron tenidas en cuenta, dijeron que solo eran mujeres.
Habría que esperar a principios del siglo XX. Mayo 1908, en Chicago se organizó un acto "Día de la Mujer" presidido por las socialistas, entre ellas Corinne Brown y Gertrude Breslau-Hunt (Gertrude fue quien en 1915 en un mitin abogaría por el sufragio femenino como un medio para lograr la igualdad de remuneración: "Mientras las mujeres no tengan voz en el gobierno, serán mal pagadas".
Así, en febrero de 1909, se celebró por primera vez en Nueva York el Día Nacional de la Mujer. Un acto organizado por las Mujeres Socialistas tras una declaración en honor a la huelga de las trabajadoras textiles en la que protestaron por las míseras condiciones de trabajo (Chicago y Nueva York).
En New York en noviembre de 1909 comenzó la huelga de las camiseras, huelga conocida como el levantamiento o alzamiento de las 20.000. La huelga dirigida por Clara Lemlich (Clara, trabajadora textil que había sido detenida más de 15 veces. Llegaron a agredirla, un matón le dio una paliza, pues era conocida en la patronal, participó en algunas huelgas en Triangle Shirtwaist, fábrica de confección de camisas de Nueva York, fábrica donde explotaban a los trabajadores.
Clara llamó a la huelga: "He escuchado a todos los que han hablado y no me queda paciencia para seguir callando. Soy una mujer trabajadora, una de las que ya están en huelga contra condiciones intolerables. Estoy cansada de oír a aquellos que sólo dicen vaguedades. Estamos aquí para decidir si hacemos huelga o no. Y yo propongo que vayamos a la huelga general".
Fue apoyada por la Liga Nacional de Sindicatos de Mujeres de Estados Unidos.
La multitudinaria marcha de mujeres por la ciudad de New York aceleró la definitiva Proclamación del Día Internacional de la Mujer en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas reunida en Copenhague, se reiteró la demanda de sufragio universal para todas las mujeres.
A propuesta de Clara Zetkin, se proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. El objetivo era promover la igualdad de derechos, incluyendo el sufragio para las mujeres.
Fue una muestra de solidaridad con las 130 obreras de la fábrica Sirtwood Cotton de Nueva York, que, tras encerrarse para reivindicar un salario digno y reducción a 10 horas, murieron en el interior de la fábrica, víctimas de un incendio provocado por el patrono en respuesta a la huelga. La mayoría de las víctimas eran jóvenes inmigrantes de entre 14 y 20 años, no pudieron escapar porque las encerraron dentro, obstruyéndoles todas las salidas.
Este brutal suceso produjo tal conmoción social que supuso una nueva normativa de seguridad y salud laboral.
Con este horrible suceso se hizo imprescindible abordar la lucha de las mujeres por parte de los partidos socialistas, las mujeres obreras se habían organizado.
La intervención de Clara Zetkin en la Conferencia de Mujeres Socialistas que decretó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, fue una declaración de principios: "Compañeras, reclamaremos el derecho al voto y todos los derechos políticos y económicos que nos corresponden"
Fuente: https://twitter.com/borealas/status/1365959450776002560