lunes, 13 de agosto de 2018




              Jan Mankes, Autorretrato con un búho, 1911


Jan Mankes, nació en Meppel, Drenthe, Meppel, Países Bajos, el 5 de agosto de 1889. Es conocido, como el pintor holandés más silencioso.

Cuando contaba con 15 años de edad se trasladó a Delft, allí trabajó como aprendiz de pintor en el taller de una fábrica de vidrio  entre 1905  y 1908.

Compaginó este trabajo con clases nocturnas en la Academia de Bellas Artes de La Haya.

Apasionado con la obra del pintor y grabador Anton Derkzen van Angeren, él también decidió convertirse en un pintor independiente,  libre de enconsertamientos academicistas.

A partir de 1909 vivió con sus padres en una granja en Heerenveen. Le encantanban los búhos, las aves, los murciélagos y las cabras y los paisajes surrealistas y hermosos. Rodeado de pollos, gansos y cabras, pintó sus silenciosas obras maestras.

En 1915 se casó con Annie Zernike, que sería primera mujer ministra en los Países Bajos.

Al año siguiente enfermó de tuberculosis, por lo que se instalaron en Eerbeek, Gelderland, localidad próxima al Parque Nacional de Veluwezoom, con la esperanza de que este ambiente proporcionaría un ambiente más saludable para su enfermedad, allí pudo pasar breves períodos de tiempo con una calidad de vida aceptable, durante los que trabajó incansablemente.

En 1920 sufrió un empeoramiento, muriendo ese mismo año, en Eerbeek, el 23 de abril, tenía sólo 30 años de edad.

Duante su corta vida, realizó alrededor de 200 pinturas, 100 dibujos y 50 grabados.

Las obras representan principalmente personas, elementos del paisaje y animales, en una doble polaridad que expresa la tensión interna y la pérdida, sugiriendo a menudo una interpretación simbólica, pero también armonía y hermandad con todas las criaturas.

En su trabajo, con sus limpios colores sobrios y composiciones equilibradas muestra su gran amor por la naturaleza.

La pintura era para él la expresión de lo indecible, lo misterioso, simbólico, lo puro.


"Pinto o más bien deseo pintar cuadros, en silencio, pero cantando, cantando de hecho por su silencio" 


"Un poema debe estallar con una llama de búsqueda de la verdad y ser una pequeña sinfonía de lenguaje, también."

- Henri Cole,  Orphic Paris



            William Degouve de Nuncques, Niño con búho, 1892



       
                Patrick Swift, Autorretrato con becada, 1950




                Patrick Swift, Oonagh Swift en Roma, 1954-55




                Charles Emile Heil, Carbonero de gorra negra, 1926





                Charles Emile Heil,  Gorrión con rama de cardo  (1870-1950)


"No me gusta comer carne porque he visto corderos y cerdos ser asesinados. Vi y sentí su dolor. Sentían la muerte acercándose. No lo pude soportar. Lloré como un niño. Corrí a una colina y no podía respirar. Sentía que me estaba ahogando. Sentí la muerte del cordero"

-  Vaslav Nijinsky


"La persona que mata por diversión está anunciando que, de poder salir librado de eso, te mataría por diversión. Tu...vida puede no ser trascendente para nadie más pero es inestimable para ti porque es la única que tienes. Exactamente lo mismo es verdad para cada individuo, venado, liebre, conejo, zorro, pez, faisán y mariposa. Los humanos deberían disfutar su propia vida, no tomando otras"

-  Brigid Brophy

viernes, 10 de agosto de 2018




                     Morris Graves, Estudio de búho, 1957

Morris Graves - pintor místico de la naturaleza




Morris Graves (1910 - 2001) fue un pintor estadounidense. Su estilo, mencionado por algunos críticos como Misticismo, utilizó los tonos apagados del entorno del Noroeste, la estética y la filosofía asiáticas, y una iconografía personal de pájaros, flores, cálices y otras imágenes para explorar la naturaleza de la conciencia.

Sus pinturas de pájaros heridos y flores sobrenaturalmente radiantes combinaban el espíritu del trascendentalismo estadounidense con la filosofía asiática. Místico de la naturaleza, cuyos esfuerzos recónditos era evitar lo que él llamaba "el ruido de la era de la máquina de Estados Unidos"

"Pinto para desarrollar un lenguaje cambiante de símbolos con el que destacar las cualidades de nuestras capacidades misteriosas que nos dirigen hacia la realidad última. Pinto para descansar de los fenómenos del mundo externo, pronunciarlo, y hacer anotaciones de su esencia para verificar el ojo interior"

Fue autodidacta. En sus primeros años retomó la escuela secundaria mientras vivía con una tía en Beaumont, Texas, donde tomó uno de los pocos cursos de pintura. Llegó descalzo a la escuela y en su anuario de clase lo describió como "un vagabundo con un aire autoritario, corriendo aquí o allá con flores o lienzo en la mano"

La jardinería también fue su pasión, a Graves le gustaba un pequeño desorden. Construyó sus jardines siguiendo los principios japoneses, enfatizando el misterio, la soledad rústica y un recordatorio de que todo lo que crece también muere.  Hizo pinturas florales de colores vivos, de las que dijo: "no hay ninguna declaración o mensaje más que la presencia de flores y luz"




"El estado de violencia es, según todas las apariencias, el estado natural. Formamos parte de un mundo cuyas reglas de juego son simples: son las reglas del Hambre. Quienes quieren seguir existiendo no tienen más remedio que acatarlas. –Claro que seguir existiendo no es, por supuesto, la única opción posible: que la vida sea un bien no deja de ser una afirmación sin fundamento, por mucho que se utilice como premisa para validar un sinfín de afirmaciones.

Dejar de existir es, según lo entiendo, un acto de libertad, uno de los pocos actos que requieren haberse desprendido de la voluntad de seguir existiendo, lo cual exige saber desarticular el código que llevamos impreso desde el nacimiento–. Todo ser sobrevive a costa de otros. Ésta el la regla principal. Todo ser vivo se alimenta de otros seres, por lo que cualquier acto de supervivencia es un acto de violencia. También el que se defiende violenta. Tanto el que agrede como el que es agredido tratan de sobrevivir y ambos necesitan utilizar la violencia para ello. Por otra parte, vivimos sobre una planeta inestable, propenso a todo tipo de movimientos. Lo que llamamos «inestabilidad» no es sino su manera de mantener la constante de su equilibrio. Cuando estos movimientos naturales nos afectan los llamamos «catástrofes». Percibimos su violencia como agresiones y respondemos a ella tratando de defendernos. 

Pero hay otro tipo de violencia que no tiene nada que ver con la supervivencia. Una violencia gratuita, que se ejerce por placer, por odio o por ambición. Esa violencia es la que distingue al animal humano de los demás animales. No les descubro nada si digo que la historia de la humanidad o, al menos, de la sociedad occidental es la historia del ansia. Sería muy fácil convertir este artículo en un documento de los horrores: bastaría con añadir los enlaces convenientes. Pronto aparecerían ante ustedes relatos de matanzas, ejecuciones, violaciones, accidentes, catástrofes, torturas, crímenes de toda clase, presentes y pasados. Sólo una ojeada a las representaciones pictóricas de los siglos pasados en Europa debería hacernos temblar. Torturas, ejecuciones sangrientas... Al verlas diríamos que la empatía no existía; ¿acaso existe ahora? Entonces se mataba en público entre risas o terror y con un dios por testigo. Ahora se mata en diferido. Ya no hay risas, ni dioses, tampoco terror: sólo indiferencia. Contemplamos la noticia de una matanza con la misma curiosidad mezclada de indiferencia con la que contemplamos aquellas pinturas. Tampoco nos afectan los relatos de torturas. No sentimos helársenos la sangre al oírlos. No se nos eriza el vello en la piel, no sentimos nuestra carne retraerse con el recuerdo del algún daño, de alguna herida. Todo lo más, un ligero movimiento de cabeza o un suspiro. ¿Cual es la razón de tal indiferencia? ¿O es la indiferencia el estado natural?

Nos preocupamos mucho, en esta cultura paternalista, de no «herir la sensibilidad». Nada me gustaría más que lograr herir aquí la sensibilidad del lector, aunque fuese mínimamente. Me conformaría incluso con molestar un poco. La molestia es lo que nos hace detenernos en el camino, quitarnos el zapato y sacudirlo para eliminar la piedra. Un momento de detención es a veces suficiente para que alguien levante la cabeza, mire a su alrededor y descubra que el paisaje es mucho más ancho que el fragmento de horizonte en el que fijamos la vista al caminar. Me gustaría que mis palabras fuesen un revulsivo. Pero sé muy bien que, tal como estamos situados, yo escribiendo en mi ordenador y ustedes leyendo lo que ahora escribo, probablemente sentados en algún lugar próximo a la luz, en otro tiempo y otro lugar, aunque mis palabras lograsen, con suerte, expresar algún tipo de realidad, ningún «Real» –según definición de S. Žižek, aquello que a causa de su carácter traumático / excesivo resulta imposible de integrar en lo que experimentamos como nuestra realidad– llegaría a transmitirse. Aun así, el empeño será, por mi parte, tratar de neutralizar aquí, a mi vez, y con la ayuda de ustedes, la parte de representación que todo relato conlleva"

- Chantal Maillard, ¿Es posible un mundo sin violencia?

  Fuente: Infolibre



              Mark Rothko, Verde dividido por azul, 1968


"Cuando era más joven, el arte era una cosa solitaria. Sin galerías, sin coleccionistas, sin críticos, sin dinero. Sin embargo, fue una edad de oro, ya que todos no teníamos nada que perder y una visión que ganar. Hoy no es lo mismo. Es un tiempo de toneladas de verborrea, actividad, consumo. ¿Qué condición es mejor para el mundo en general? No me atreveré a discutir. Pero sí sé, que muchos de los que son conducidos a esta vida están buscando desesperadamente esos lugares de silencio donde podemos enraizarnos y crecer. Todos debemos esperar que los encontremos"

- Mark Rothko

sábado, 4 de agosto de 2018


"Siempre tuve el más profundo afecto por las personas que llevaban lágrimas sublimes en sus silencios"

-Virginia Woolf, El diario de Virginia Woolf - Volumen III, 1925-1930