Una mañana de junio es muy temprano para despertar, más tarde para dormir de nuevo. Debo ir a la hierba que está llena de recuerdos, que me siguen con la mirada. No se ven, se mezclan plenamente con el fondo, camaleones perfectos. Tan cerca, que los escucho respirar a pesar que el trino de las aves es estridente.
- Tomas Tranströmer, Los Recuerdos que miran
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