"Sus ojos infinitos y tristes como los de una bestia recién nacida, sueñan lirios, ángeles y cinturones de seda. Sus ojos son como el fondo de un vaso. Como un niño loco. Que son feísimos. Que son bellísimos. Sus ojos de avestruz. Sus ojos humanos en el balance exacto de la melancolía. A lo lejos se ve Filadelfia. Los habitantes de esta urbe ya saben que el viejo poema de la máquina Singer puede circular entre las grandes rosas de los invernaderos, aunque no podrán comprender nunca qué sutilísima diferencia poética existe entre una taza de té caliente y otra taza de té frío. A lo lejos, brilla Filadelfia."
- Federico García Lorca, El Paseo de Buster Keaton
No hay comentarios:
Publicar un comentario