Como
dijo el bombero:
No
alquiles una habitación más arriba del quinto piso
en
ningún hotel de Nueva York.
Tienen
escaleras que llegan hasta ahí y más
pero
nadie las va a subir.
Como
el New York Times dijo:
El
ascensor siempre busca
el
piso donde está el fuego
y se
abre automáticamente
y no
se cierra.
Éstas
son las advertencias
que
debes olvidar
si estás
subiendo para salir de ti.
Si
te vas a estrellar contra el cielo.
Muchas
veces pasé
el
quinto piso,
maniobrando
hacia arriba,
pero
sólo una vez
llegué
arriba del todo.
Piso
sesenta:
pequeñas
plantas y cisnes inclinándose
sobre
sus tumbas.
Piso
doscientos:
montañas
con paciencia de gato,
un
silencio que usaba zapatillas.
Piso
quinientos:
mensajes
y cartas de otros siglos,
pájaros
bebiendo,
una
cocina de nubes.
Piso
seis mil:
las
estrellas,
esqueletos
en llamas
con
los brazos cantando.
Y
una llave,
una
llave muy grande
que
abre algo –
alguna
puerta útil –
en
alguna parte –
de
allá arriba.
Anne Sexton, de "The
Awful Rowing Toward God"
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