viernes, 14 de abril de 2017
Inger Christensen: "Alfabeto"...y cómo 'existe' la poesía bajo la penumbra aérea de la guerra
1
los albaricoqueros existen, los albaricoqueros existen
2
los helechos existen; y zarzamoras, zarzamoras
y bromo existen; y el hidrógeno, el hidrógeno
3
las cigarras existen; chicoria, cromo
y limoneros existen; las cigarras existen;
cigarras, cedros, cipreses, cerebelo
4
las palomas existen; los soñadores, las muñecas
los asesinos existen; las palomas, las palomas;
niebla, dioxina y días; los días
existen; los días la muerte; y los poemas
existen; los poemas, los días, la muerte
5
el otoño existe; el regusto y la reflexión
existen; y el lugar retirado existe; los ángeles,
las viudas y el alce existen; las particularidades
existen, el recuerdo, la luz del recuerdo;
y el resplandor crepuscular existe, el roble y el olmo
existen, y el enebro, la semejanza, la soledad
existen; y el éider y la araña existen,
y el vinagre existe, y la posteridad, la posteridad
6
la garza real existe, con su abovedada espalda
gris azulada existe, con su negro copete
y sus claras plumas caudales existe; en colonias
existe; en el llamado Viejo Mundo;
también los peces existen; y el águila pescadora, la
perdiz nival
el halcón; la poa común y los colores de las ovejas;
los productos de la fisión existen y la higuera existe;
los errores existen, los gruesos, los sistemáticos,
los fortuitos; el control remoto existe y los pájaros;
y los árboles frutales existen y las frutas en el huerto donde
los albaricoqueros existen, los albaricoqueros existen
en países donde el calor producirá precisamente
el color de la carne que tienen los albaricoques
7
las fronteras existen, las calles, el olvido
y hierba y pepinos y cabras y retama,
el entusiasmo existe, las fronteras existen;
las ramas existen, el viento que las levanta
existe y el dibujo único de las ramas
justo del árbol que se llama roble existe,
justo del árbol que se llama fresno, abedul,
el cedro existe y el dibujo repetido
existe, en la gravilla del sendero del jardín; existe
también el llanto, y el epilobio y la artemisa existen,
los rehenes, el ánsar común, las crías del ánsar.
Y los fusiles existen, un misterioso jardín trasero,
Asilvestrado, yermo y adornado sólo con grosellas,
Los fusiles existen: en mitad del iluminado
Gueto químico existen los fusiles,
Con su anticuada, pacífica precisión existen
Los fusiles, y las plañideras existen, saciadas
Como lechuzas voraces, el lugar del crimen existe;
El lugar del crimen, somnoliento, normal y abstracto,
Bañado en una luz encalada, abandonada,
Este poema venenoso, blanco, que está desintegrándose
8
Los susurros existen, los susurros existen,
El otoño, la historia existen y el cometa
Halley; los ejércitos, las hordas
Los generales, las cuevas, y dentro de las cuevas
La penumbra, dentro de la penumbra a veces
Las liebres, a veces el follaje delante de las cuevas donde
Los helechos existen; y zarzamoras, zarzamoras,
A veces las liebres escondidas bajo el follaje
Y los jardines existen, el arte de la jardinería, las pálidas
Flores del saúco inmóviles como un himno
Efervescente; y la media luna existe, la media seda;
Toda la niebla heliocéntrica que ha soñado
Estos cerebros entregados, su suerte; y la piel,
La piel y las casas existen, y el Hades que
Realoja al caballo y al perro y las sombras
De la gloria, la esperanza; y el río de la venganza, granizo
Bajo el cielo de piedra, existe, las nieblas del sueño de la
Hortensia, blancas, luminosamente luminosas
Azules o verdosas, a veces rojos pálido, algunas
Lascas estériles existen; y bajo la inclinación
De la bóveda celeste Armagedón, el veneno,
La susurrante arpa del helicóptero del veneno sobre zurrón,
Vísceras de gallina y lino; zurrón de pastor, vísceras de gallina
Y lino, esta última escritura hermética,
Que por lo demás sólo la escriben los niños; y el trigo,
El trigo en los trigales existe, la vertiginosa
Ciencia horizontal del trigal, el período de semidesintegración
Hambrunas y miel; y en lo más profundo del corazón
Como siempre sólo en lo más profundo del corazón
Las raíces del avellano, el avellano plantado
En la montaña del corazón, robusto y sobrio,
Un día laborable acumulado de las jerarquías angélicas;
Rápida, jacíntica en su descomposición la vida,
Así en la tierra como en el cielo
- Inger Christensen, de "Alfabeto" (traducción Francisco J. Uriz)
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Me gustaría verle las raíces al avellano.
ResponderEliminarMe gustaría que tuviéramos más de un misterio para nosotras mismas. Que todavía podamos pretender de alguna manera algo tan hermoso como la celebración de algún tipo de vida soñado. Me gustaría que en las ciudades bulliciosas, con sus cafés llenos de gente y la estimulación constante fuesen llevadas a zonas interiores del corazón, a la hierba, los árboles y la tierra extendida en toda su inmensidad. Que puedan ver en lo más profundo las raíces del avellano, en lo más profundo del corazón/Como siempre sólo en lo más profundo del corazón/ las raíces del avellano.
ResponderEliminaryo he visto las raíces al avellano en tu escritura.
Ay, muy querida Polar, suscribo tus palabras al ciempiés por cien.
ResponderEliminarComo luciérnaga de lo posible, estimo necesario pasarme a (luciérnaga de) lo [mi]posible.
Esta vida tiene poco sentido si no.
Esta noche me estoy poniendo nada más que luciérnaga.
ResponderEliminarciempiés y luciérnaga dibujan casa en corazón donde guarecer el sufrimiento.
Esta vida tiene sentido si luciérnagas de lo posible y de lo [mi]posible existen.
cómo se podría vivir si no.