Emily Dickinson escribió 1789 poemas durante su vida, y más de trescientas cartas y poemas los escribió para Susan su "única mujer en el mundo". Comprimió y destiló lo que vió y sintió en poemas calientes como las brasas: su brevedad contradice su calor. Para Dickinson, las palabras "brillaban". Sus poemas intensos y sorprendentes exploran lo extremo, lo ordinario y lo sublime. No se descifran fácilmente. Leerlos a veces se siente como agarrar un animal salvaje que está tratando de morderte. Ellos cuentan con fe, amor, esperanza, disconformidad, rebelión, guerra, política , independencia, suicidio y muerte. No importa cuán difícil sea el tema, Emily se negó a apartar la mirada.
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