jueves, 4 de junio de 2020

Assata Shakur - Soy una esclava fugada en el siglo XX




CARTA DE ASSATA SHAKUR
Carta abierta a los medios
SOY UNA ESCLAVA FUGADA EN EL SIGLO XX


"La gente se acostumbra a todo. Cuanto menos piense en su opresión, más grande es su tolerancia hacia ella. Después de un tiempo, la gente piensa que la opresión es el estado normal de las cosas. Pero para llegar a ser libre, tienes que ser consciente de que eres un esclavo" (Assata Shakur)


Mi nombre es Assata Shakur y soy una esclava fugada en el siglo XX. Debido a la persecución gubernamental, no tuve más opción que huir de la represión política, el racismo y la violencia que dominan las políticas del gobierno norteamericano hacia la gente negra. Soy una expresa política y he vivido en el exilio en Cuba desde 1984.

He sido casi toda mi vida una activista política y, aunque el gobierno ha hecho todo lo que está en su mano para criminalizarme, ni soy una criminal ni lo he sido nunca. En los años 60 participé en varias luchas: el movimiento de liberación negro, el movimiento por los derechos estudiantiles y el movimiento contra la guerra del Vietnam. Me uní al Partido de las Panteras Negras. Para 1969, el Partido de las Panteras Negras se había convertido en el objetivo prioritario del programa COINTELPRO del FBI. Debido a que el Partido proclamaba la liberación total de toda la gente negra, J. Edgar Hoover lo denominó “la mayor amenaza a la seguridad interna del país” y juró destruirlo, junto a sus líderes y activistas.

En 1978, mi caso fue uno de los muchos que se llevaron ante la Organización de Naciones Unidas, en una petición sustentada por la Conferencia Nacional de Abogados Negros, la Alianza Nacional contra la Represión Racial y Política y la Comisión por la Justicia Racial de la Iglesia Unida de Cristo, evidenciando la existencia de presos políticos en Estados Unidos, su persecución política y el trato cruel e inhumano que reciben en las cárceles de Estados Unidos. De acuerdo con el informe:

"El FBI y el departamento de policía de Nueva York (NYPD) en particular, imputaron y acusaron a Assata Shakur de ataques contra las fuerzas del orden e hicieron circular ampliamente tales acusaciones entre las agencias y unidades de policía. El FBI y el NYPD continuaron acusándole de ser líder del Ejército de Liberación Negro, una organización que el gobierno y sus agencias decían estar envuelta en disparar contra agentes de policía. La descripción del Ejército de Liberación Negro y la relación de Assata Shakur con el mismo fue difundida entre las agencias gubernamentales y policiales. Como resultado, Shakur se convirtió en alguien a quien cazar; en las instalaciones de bancos y comisarías se colocaron carteles que la describían como alguien envuelta en peligrosas actividades criminales; fue resaltada en la lista de los más buscados por el FBI; para la policía a todos los niveles se convirtió en un objetivo al que “disparar a matar"

Fui falsamente acusada de seis “casos criminales” y en todos ellos fui absuelta o los cargos fueron retirados. El hecho de que fuera absuelta o se retirasen los cargos, no significa que recibiera justicia en los tribunales, pues ese no fue el caso. Sólo significó que las “pruebas” contra mí fueron tan endebles y falsas que mi inocencia se hizo evidente. Esta persecución política fue una parte de la política del gobierno para eliminar oponentes políticos, acusándolos y arrestándolos sin considerar la existencia o no de pruebas incriminatorias.

El 2 de mayo de 1973, junto con Zayd Malik Shakur y Sundiata Acoli fuimos parados en New Jersey Turnpike,  supuestamente por tener “averiada una luz trasera”. Sundiata Acoli salió del coche para determinar porqué habíamos sido detenidos. Zayd y yo permanecimos en el vehículo. El policía estatal Harper se aproximó al vehículo, abrió la puerta y empezó a interrogarnos. Como éramos negros y conducíamos un coche con matrícula de Vermont, afirmó que “empezó a sospechar”. Entonces sacó su arma, nos apuntó y dijo que levantásemos las manos y las pusiéramos al frente, donde él pudiese verlas. Obedecí y en una fracción de segundo hubo un sonido que vino desde fuera del coche, hubo un movimiento brusco y fui disparada mientras tenía los brazos en alto y luego una vez más desde atrás.

Zayd Malik Shakur fue a continuación asesinado, así como el agente Werner Foerster. Incluso aunque el agente estatal Harper admitió haber disparado y matado a Zayd Malik Shakur, bajo la ley de asesinatos de New Jersey yo fui acusada de la muerte de ambos, de Zayd, que era mi mejor amigo y camarada, y del agente Foerster. Nunca en mi vida he sentido tanto dolor. Zayd había jurado protegerme y ayudarme a llegar a un lugar seguro, y estaba claro que había perdido la vida intentando protegernos a mí y a Sundiata. Aunque él también estaba desarmado y la pistola que mató al agente Foerster apareció bajo la pierna de Zayd, Sundiata Acoli fue capturado después y también acusado de ambas muertes. Ni Sundiata ni yo recibimos un juicio justo, fuimos sentenciados en las noticias antes de nuestro juicio. No se le permitió a ningún medio entrevistarnos, aunque la policía de Nueva Jersey y el FBI alimentaban diariamente a la prensa con sus historias. En 1977 fui condenada por un jurado completamente blanco a cadena perpetua a más 33 años.

En 1979, temiendo ser asesinada en prisión y sabiendo que no recibiría ninguna justicia, fui liberada y ayudada por camaradas comprometidos que comprendían las profundas injusticias de mi caso y que también temían por mi vida.

El informe de la Comisión de la Iglesia para el Senado norteamericano en 1976 sobre operaciones de inteligencia en el país, revela que “el FBI ha intentado de forma encubierta influir en la percepción pública de personas y organizaciones, diseminando información despectiva, bien anónimamente o a través de contactos “amistosos” de los noticieros”. Esta misma política sigue evidentemente en uso hoy en día.

El 24 de diciembre de 1997, el estado de Nueva Jersey hizo una rueda de prensa en la que anunció que la policía del estado había escrito una carta al Papa Juan Pablo II pidiéndole que interviniese en su nombre y ayudase a pedir mi extradición y vuelta a las prisiones de Nueva Jersey. La policía se negó a hacer la carta pública. Sabiendo que probablemente habían distorsionado totalmente los hechos en un intento de hacer que el Papa hiciese su trabajo en el nombre de la religión, decidí escribirle personalmente para informarle sobre la realidad de la “justicia” para los negros en el estado de Nueva Jersey y en los Estados Unidos.

En 1998, durante la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba, acepté una entrevista del periodista de la NBC Ralph Penza sobre mi carta, sobre mis experiencias en el sistema judicial de Nueva Jersey y sobre los cambios que veía en Estados Unidos y su trato a la gente negra en los últimos 25 años. Acepté esa entrevista porque vi en la carta secreta al Papa una vulgar y viciosa maniobra publicitaria por parte de la policía estatal de Nueva Jersey, un intento cínico de manipularle. He vivido en Cuba durante muchos años y estaba desconectada de la naturaleza sensacionalista y deshonesta de los medios del poder hoy en día. Es peor que hace 30 años. Después de años siendo víctima de los medios del poder, fui una inocente al esperar que esta vez podría contar “mi versión de la historia”. En lugar de una entrevista, crearon un montaje mediático en tres partes, lleno de distorsiones, inexactitudes y claras mentiras. La NBC tergiversó deliberadamente los hechos. La NBC no sólo gastó miles de dólares en promover esta “serie exclusiva” de entrevistas, sino que también gastó una gran cantidad de dinero en publicitar esta “entrevista exclusiva” en emisoras de radio negras y  poner anuncios en periódicos locales.

Como la mayoría de la gente pobre y oprimida en Estados Unidos, yo no tengo voz. El pueblo negro y pobre de Estados Unidos no tiene realmente libertad de expresión y muy escasa libertad de prensa. La prensa negra y los medios progresistas han jugado históricamente un papel esencial en la lucha por la justicia social, necesitamos continuar y expandir esa tradición. Necesitamos crear canales mediáticos que ayuden a  educar a nuestro pueblo y nuestros hijos, en lugar de aniquilar sus mentes.

Sólo soy una mujer, no poseo canales de televisión, ni de radio, ni periódicos. Pero siento que la gente debe ser educada sobre lo que sucede, para comprender la conexión entre los medios de comunicación y los instrumentos de represión en Amerika. Todo esto es mi voz, mi espíritu y mi deseo de decir la verdad. Pido sinceramente a aquellos en los medios de comunicación negros, en los medios progresistas, aquellos que creéis en la verdadera libertad, que publiquéis esta declaración y hagáis a la gente saber lo que está sucediendo. No tenemos voz, así que debéis ser la voz de los sin voz.

...

Assata Shakur
La Habana (Cuba)
1998 (?)

Fuente: Cimarrón Suversiones


(La activista norteamericana Assata Shakur fue condenada en 1977 por asesinato en un juicio irregular. En 1979 se fugó de la prisión del sistema penitenciario estadounidense en el que llevaba, a la espera de diversos juicios, más de 10 años en las peores condiciones de torturas y aislamiento.

En 1984 escapó a Cuba,  donde le fue concedido asilo político,  (donde vive en la actualidad) y desde donde escribió su 'Autobiografía'. 

Actualmente su extradición es reclamada por las autoridades norteamericanas, está incluida en la lista de terroristas del FBI, y es la mujer más buscada de América)

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