"...La
luz era tan intensa como una historia de amor. Quedé cegada, encantada, no sólo
porque era cálido y maravilloso, sino también debido a que la naturaleza no
mide nada. Nadie necesita tanto sol. Nadie necesita sequías, volcanes, monzones
ni tornados, pero somos víctimas de ellos, porque nuestro mundo es tan
derrochador como un mundo puede ser. Somos nosotros los que estamos
obsesionados por las dimensiones. El mundo simplemente las desata."
- La
niña del faro, Jeanette Winterson
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