Quiero que el mundo pare (Quiero que se detenga)
Dame la mañana (dame la comprensión)
Quiero que el mundo pare (Quiero que se detenga)
Dame la mañana, dame la tarde
Dame la noche, sí, la noche...
Deja que salga de mi caparazón,
que aún estoy envuelto
en las hojas de este blanco invierno desordenado.
Deja que vuelva a sentir el aire fresco.
Las conversaciones con mis amigos.
El pensamiento de alguien que piense como yo.
Quiero que el mundo pare (quiero que se detenga).
Dame la mañana (dame la comprensión).
Quiero que el mundo pare (quiero que se detenga).
Dame la mañana, dame la tarde,
dame la noche, si, la noche.
Tinseltown me viene acompañando
desde Tinseltown hasta mi adorable ciudad gris de los muelles.
Las chicas caminarán al compás de la brisa del aire.
El sol se pone. A las chicas no les importa, mientras se pintan en la oscuridad.
Quiero que el mundo se detenga.
Los pueblos y ciudades se levantan y crecen.
Los trabajadores se mudan a los suburbios en un visto y no visto.
Salgo a correr con todo el traficazo en hora punta,
y rezo una oración por cada coche.
Quiero que el mundo se detenga.
Quiero escribirte un mensaje cada día a las diez en punto de la noche.
Mi ciudad es una perla de oro con todo su arte,
en el que tienen cabida los Balzac, Brookside o tu adorado Bach.
Dame la mañana (dame la comprensión)
Quiero que el mundo pare (Quiero que se detenga)
Dame la mañana, dame la tarde
Dame la noche, sí, la noche...
Deja que salga de mi caparazón,
que aún estoy envuelto
en las hojas de este blanco invierno desordenado.
Deja que vuelva a sentir el aire fresco.
Las conversaciones con mis amigos.
El pensamiento de alguien que piense como yo.
Quiero que el mundo pare (quiero que se detenga).
Dame la mañana (dame la comprensión).
Quiero que el mundo pare (quiero que se detenga).
Dame la mañana, dame la tarde,
dame la noche, si, la noche.
Tinseltown me viene acompañando
desde Tinseltown hasta mi adorable ciudad gris de los muelles.
Las chicas caminarán al compás de la brisa del aire.
El sol se pone. A las chicas no les importa, mientras se pintan en la oscuridad.
Quiero que el mundo se detenga.
Los pueblos y ciudades se levantan y crecen.
Los trabajadores se mudan a los suburbios en un visto y no visto.
Salgo a correr con todo el traficazo en hora punta,
y rezo una oración por cada coche.
Quiero que el mundo se detenga.
Quiero escribirte un mensaje cada día a las diez en punto de la noche.
Mi ciudad es una perla de oro con todo su arte,
en el que tienen cabida los Balzac, Brookside o tu adorado Bach.
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