Y MI CORAZÓN TEMBLABA
De pequeño yo era autista, como Einstein, y pensaba que el mundo había sido hecho para mi mal. A los cuatro años, como no sabía escribir, le dictaba poemas a mi madre: 'Y mi corazón temblaba / pero era un sueño / y fueron muriendo muchos soldados de la guardia del Rey / pero mi corazón seguía temblando'. Eran poemas perfectos, como de Wallace Stevens. A Dámaso Alonso le gustaron mucho. Mis padres estaban aterrorizados.
- Leopoldo María Panero
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