sábado, 21 de mayo de 2022

Katherine Mansfield - Diario


"¡Arriesga! ¡Arriesga lo que sea! No te preocupes más por las opiniones de los demás, por esas voces. Haz lo más difícil del mundo para ti. Actúa por ti misma. Enfrenta la verdad."

"La cantidad de satisfacción precisa y exquisita que obtengo de observar a la gente y las cosas cuando estoy sola es sencillamente enorme; realmente solo me "divierto del todo" conmigo misma. Cuando veo a una niña correteando de puntillas como un ave sobre un suelo mojado, y digo "Madre mía, ahí va una tonta", me río y me divierto como no lo haría nunca con nadie. Lo mismo me ocurre con los sentimientos hacia lo que se suele llamar "naturaleza". Los demás no se paran a mirar lo que yo quiero mirar. (…) La vida con los demás se me antoja como una mancha desdibujada; (…) pero resulta maravillosa y de un enorme valor cuando estoy sola; los detalles de la vida, la vida de la vida."
 
"He pasado la noche en sus brazos y hoy la odio, algo que si lo analizo significa que la adoro; que no puedo estar en mi cama sin sentir la magia de su cuerpo. Siento de manera mucho más poderosa los impulsos sexuales estando con ella que con un hombre. Ella me cautiva, me seduce, su yo personal, y toda ella y su cuerpo absoluto los adoro."
 
"Los cielos se abrieron para la puesta del sol esta noche. Cuando pensé que el día estaba cerrado y sellado, vino un estallido de pétalos celestiales y brillantes." 

"Estoy sentada en mi habitación pensando en mi madre; tengo deseos de llorar. Pero mis pensamientos son hermosos y están llenos de alegría. Pienso en nuestra casa, nuestro jardín, nosotros de niños; el césped, la verja y nuestra madre entrando. "¡Niños! ¡Niños!" Lo único que realmente pido es tiempo para poder escribirlo todo, tiempo para escribir mis libros. No me importa morir después. Vivo para escribir. Ahí está el maravilloso mundo –¡Dios mío, qué hermoso es el mundo exterior!–, y yo me baño en él y eso me refresca. Pero siento como si tuviera un DEBER; como si alguien me hubiera enviado una tarea que estoy destinada a terminar. Permíteme que la termine, permíteme que la termine sin prisa; tratar cada cosa con toda la justicia que pueda…"
 
(…) Trabajo. ¿Seré capaz algún día de expresar mi amor al trabajo, mi deseo de ser una escritora mejor, mi anhelo por esforzarme más? La pasión que siento sustituye a la religión; es mi religión: crear mis personas a partir de las personas, a partir de la "vida", es Vida."

(…) Vamos a ver, Katherine, ¿a qué te refieres al hablar de salud? ¿Y para qué la quieres?

Respuesta: Por salud entiendo poder llevar una vida plena, adulta, viviendo, respirando vida, en contacto estrecho con lo que amo: la tierra y sus maravillas, el mar, el sol. Todo aquello a lo que nos referimos al hablar del mundo externo. Quiero entrar en él, ser parte de él, vivir en él, aprender de él, perder todo lo superficial y adquirido y convertirme en un ser humano consciente y directo.
 
Quiero comprenderme a mí misma, al comprenderme a mí misma, quiero comprender a los demás. Quiero ser todo lo que soy capaz de llegar a ser para conseguir ser (y aquí me detuve y esperé y esperé, pero no sirve de nada; solo hay una frase posible) una criatura del sol. Suena falso añadir una sola palabra sobre la ayuda a los demás, sobre transportar una luz y demás. Es mejor dejarlo así. Una criatura del sol.

Además quiero trabajar. ¿En qué? Deseo intensamente vivir para poder trabajar con las manos, con mis sentimientos y mi cerebro. Deseo un jardín, una casa pequeña, hierba, animales, libros, cuadros, música. Y que de todo eso, como expresión de todo ello, surja mi escritura. (Aunque tal vez esté escribiendo sobre cocheros, eso no importa.)

Pero sí deseo la vida vivida, cálida, impaciente; tener las raíces en la vida, aprender, desear saber, sentir, pensar, actuar. Eso es lo que quiero. Y nada más. Eso es lo que tengo que intentar."

                               
                                     Katherine Mansfield, Diario
 

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