sábado, 16 de febrero de 2019

LA VIOLENCIA DE LOS RICOS — Michel y Monique Pinçon-Charlot




Veo una relación de fuerzas efectivamente violentas, pero al mismo tiempo, como especialista en la violencia de los ricos, digo que el que siembra la miseria, cosecha la ira.

Lo que intentaré evidenciar es que los trabajadores hoy son tratados como costes, gastos, recursos, materias primas, recursos productivos. Y a partir del momento en que la violencia de los ricos deja de ser visible. Es eso lo interesante, que esa violencia de aquellos que quieren suprimir el salario mínimo en Francia, que piensan que los trabajadores cuestan demasiado caros, es una violencia generada a puerta cerrada, en los salones de los barrios ricos, una violencia que no es visible.

A toda esa gente que, como el señor Valls, defienden los intereses de los poderosos, de la oligarquía a la que pertenecen, yo les digo que son defensores de la burguesía, que son militantes del sistema neoliberal y que los trabajadores quieren simplemente defender también sus intereses y su derecho a vivir en esta tierra en la que están de paso, como todos nosotros. 

Hay una guerra de clases que llevan a cabo lo más ricos contra los más pobres, una guerra en la que los más ricos y lo más poderosos se adaptan perfectamente a las nuevas tecnologías que se desarrollan en la sociedad y de las cuales se apropian, y los trabajadores, las clases medias y las clases populares, son dejadas de lado.

Hay una frase del Papa Francisco I, que creo que es precisa, él dijo: "Los obreros han pasado de un estatus de explotados al de desechos". Y es esta noción, como dije antes, de coste, de carga, de desecho, de parásito, de paria, de delincuente, la que en nuestros estudios nos lleva a preguntarnos: ¿quiénes son los delincuentes? En nuestro último libro respondemos: son los defraudadores más ricos, que roban recursos fiscales al estado francés, decenas de millones de euros. Si pagasen sus impuestos a la altura de sus fortunas, ya no tendríamos un agujero en la seguridad social, ni de déficit, ni de deuda pública.

Hay 85 personas en la tierra que concentran tantos recursos como la mitad del planeta.

El año que viene serán sesenta.

Vamos hacia una especie de infierno terrible para las clases populares. Para nosotros, la burocracia, la tecnocracia, a nivel de Europa, es una forma de matar la democracia. Quiero decir, crea una cortina de humo que impide la comunicación entre los ciudadanos y los oligarcas que hoy ocupan todas las instituciones como el FMI, que no son instituciones elegidas democráticamente, que son instituciones creadas por los oligarcas para defender sus intereses a nivel mundial.

Monique Pinçon-Charlot, socióloga francesa, experta en las élites económicas y políticas.

Fuente: arrezafe