viernes, 28 de julio de 2017




INVIERNO EN SCHILDE

No hay madres que vivan en esta llanura;
Nieva, y los pantanos se hinchan aún más ciegos
El silencio se congela hasta el sotobosque,
a lo largo de senderos oscuros a campos de tumbas resplandecientes.

No se espere aquí oir ni una canción de cuna,
ni un cántico de paz en veladas invernales.
Los perros van, mojados, ladrándole a la luna
y las parduscaz ratas irrumpen en las casas.

Allí, oscuramente, el pan duro descansa,
la comida frugal para los días amargos.
Y todo lo que un alma puede aquí echar de menos
se traga en los dulces nombres de los muertos amados.


II

El pueblo de derrotas inmerecidas
crece entumecido en las grietas de las cabañas sin hijos.
- "En la arena de los sepulcros duermen buenos amigos.
ahí estaba su casa, donde dormían los pájaros tímidos.

La ilusión de las malas hierbas se oculta congelada
al atardecer en el hielo de los arroyos.
- "La tristeza suspira devotamente y entre las sábanas.
truenos soñados disparan en casas desmoronadas. "

El dolor de morir cada año de toda la hierba
pesa sagrada en la quietud de los prados amargos.
- "Pronto la pared del cementerio estallará. El hierro
de la cruz se corroe en el campanario desierto."


- Maurice Gilliams, Vita brevis

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