Vincent van Gogh,Techo de teja con chimeneas y torre de la Iglesia, 1888
martes, 31 de marzo de 2015
lunes, 30 de marzo de 2015
Anne Sexton: Tres ventanas verdes
Medio despierta en mi siesta de domingo
veo tres ventanas verdes
con tres luces distintas –
una al oeste, una al sur, una al este.
He olvidado que hay viejos amigos muriendo.
He olvidado que llego a la mediana edad.
¡En cada ventana tales susurros!
Los árboles persisten, agitados y sensuales,
tan gruesos como santos.
Veo tres gárgolas mojadas y cubiertas de pájaros.
Sus pieles brillan al sol como cuero.
Estoy en mi cama tan ligera como una esponja.
Pronto será verano.
Ella es mi madre.
Me contará una historia y me mantendrá dormida
sobre su piel afrutada y rolliza.
Veo hojas –
hojas limpias e inocentes,
hojas que nunca conocieron un sótano,
nacidas de su propia sangre verde
como las manos de las sirenas.
En mi paseo no pienso en el vagón oxidado.
No presto atención a las ardillas rojas
que saltan como máquinas al lado de la casa.
No recuerdo los auténticos troncos de los árboles
que están por debajo de las ventanas
orondos como alcachofas.
Me giro como un gigante,
mirando en secreto, conociendo en secreto,
nombrando en secreto cada mar elegante.
He ubicado mal el cinturón de Van Allen,
el alcantarillado y el desagüe,
la renovación urbana y los centros suburbanos.
He olvidado los nombres de los críticos literarios.
Yo sé lo que sé.
Soy la niña que fui,
viviendo la vida que fue mía.
Soy joven y estoy medio dormida.
Es un tiempo de agua, un tiempo de árboles.
Anne Sexton, Three green windows
H.D. & Bryher
"Y ahí estaba yo sentada y ahí estaba mi amiga Bryher que me trajo a
Grecia. Ahora puedo volverme hacia ella, aunque no me muevo una pulgada ni
rompo la observación cristalina y sostenida de la pared que está frente a mí. Le digo a Bryher, “Aquí hubo cuadros.
Al principio creí que eran sombras, pero son luz. Son objetos bastantes simples
pero, desde luego, esto es muy extraño. Ahora puedo separarme de ellos si
quiero, es sólo un problema de concentración. ¿Tú, qué opinas? ¿Debo parar o
debo seguir?” Bryher dice sin vacilar, “sigue”.
...Había conocido gente extraordinariamente encantadora y dotada. Me
habían alentado mucho o me habían ignorado y sin embargo ni alabanzas, ni
negligencias importaban frente a las cuestiones más graves, la vida, la muerte.
...Y sin embargo, tan singularmente, sabía que esta experiencia, esta
escritura en la pared frente a mí, no podía ser compartida con nadie,
excepto con la muchacha que tan valientemente estaba a mi lado. Esta muchacha
había dicho sin dudar “sigue”. Era ella la que en verdad tenía la distancia e
integridad de la Pitonisa de Delfos. Pero yo, la desgastada y
desarticulada...yo estaba viendo los cuadros, y yo estaba leyendo y escribiendo
o recibiendo la visión interior. O quizás, de alguna manera, lo estábamos
“viendo” juntas, porque sin ella, debo admitirlo, yo no hubiera podido
continuar.”
- Del ensayo "Condiciones de trabajo: El mundo común de las mujeres", 1976, en "Sobre mentiras, secretos y silencios" de Adrienne Rich. La poeta H.D. sobre la visión que tuvo en la isla de Corfu, texto de su diario "Adviento" incluido en su Tribute
to Freud.
domingo, 29 de marzo de 2015
Alfabetos de la mente
Mirtha Dermisache, 1970
Antonio Scaccabarozzi, 1978
Irma Blank, Eigenschriften, 1970
Anna Maria Maiolino (de la serie Codificações matéricas) 1995
León Ferrari, Escritura, 1976
sábado, 28 de marzo de 2015
Tomas Tranströmer - Dos poemas
Allegro
Toco Haydn después de un día negro
y siento un sencillo calor en las manos.
Las teclas quieren. Golpean suaves martillos.
El tono es verde, vivaz y calmo.
El tono dice que hay libertad
y que alguien no paga impuesto al Emperador.
Meto las manos en mis bolsillos Haydn
y finjo ser alguien que ve tranquilamente el mundo.
Izo la bandera Haydn -significa.
"No nos rendimos. Pero queremos paz".
La música es una casa de cristal en la ladera
donde vuelan las piedras, donde las piedras ruedan.
Y ruedan las piedras y la atraviesan
pero cada ventana queda intacta.
Las piedras
Oigo caer las piedras que arrojamos,
transparentes como cristal a través de los años. En el valle
vuela la confusión de los actos
del instante, vociferantes, de copa
en copa de los árboles, se callan
en un aire más tenue que el presente, se deslizan
como golondrinas desde una cima
a otra de las montañas, hasta
alcanzar las mesetas ulteriores,
junto a las fronteras del ser. Allí caen
todas nuestras acciones
claras como el cristal
no hacia otro fondo
que el de nosotros mismos.
- Tomas Tranströmer, (Estocolmo, 15 de abril de 1931- Ibíden 27 de marzo de 2015)
viernes, 27 de marzo de 2015
Dedicado a Elise Plain
(en una mujer la inteligencia es lo más sexy, y si ella decide cortarse el pelo...su nuca es sublime...)
- William Hacker, Chica de pelo rubio on 7th avenue, Manhattan, New York, 2014
"El
rumor continuo de los troncos cayendo sobre el empedrado de los patios. Eran
descargados de las carretas, casa por casa, ante la inminencia del frío. La
leña cae al suelo y anuncia el invierno. Baudelaire vela. No tiene necesidad de
ninguna otra cosa que no sea ese sonido, sordo, repetido. El sol sabe que
pronto será apresado “en su infierno polar”. Es como escuchar una laboriosa
respiración: “Escucho temblando cada tronco que cae."
- “La Folie Baudelaire”, de Roberto Calasso
"Lo que
creemos verdadero debe ser dicho y dicho con ardor; yo quisiera, al precio que
sea, descubrir una verdad hecha para sacudir todo el género humano; la diría a
quemarropa."
Joseph de Maistre (que podría sonar como el epígrafe más justo
para “Mon coeur mis à nu” de Baudelaire)
- “La
Folie Baudelaire”, Roberto Calasso
Un hongo se transforma en un paraguas, un búho, corazones-bombas atravesados por la flecha de cupido y caballos voladores. La pintura de este sueño anticipa temas surrealistas.
- Magasin pittoresque (1847)
- Magasin pittoresque (1847)
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