"Amo la vida tan ferozmente, tan desesperadamente, que no me
puede hacer bien; pero quiero esas cosas cruelmente físicas de la vida: el sol,
la hierba, la juventud; es un vicio mucho más tremendo que el de la cocaína, no
me cuesta nada y es de una abundancia abrumadora, sin límites, y yo la devoro,
devoro, devoro…Cómo terminaré, no lo sé."
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