sábado, 27 de agosto de 2016


Ahora mismo se configura el paisaje.
Las colinas oscurecen. Los bueyes
duermen en su yugo azul.
Los campos ya segados,
las gavillas parejamente atadas
puestas al lado del camino.
Y la luna dentada sale.

Esta es la aridez
de la siega o la pestilencia.
Y la mujer se inclina, en la ventana,
con la mano extendida como en pago.
Y las semillas
netas, doradas, llaman:
Ven aquí,
ven aquí pequeña.

Y el alma se desprende del árbol.

- Louise Glück, All Hallows, de The House on Marshland

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