Qué privilegio y maravillosa experiencia debes haber tenido en esa ciudad, el bullicio, la estimulación constante y demás elementos misteriosos que se mezclan entre tanta gente llegada con sueños incontenibles. Siempre guardarás ese tesoro vivido en el East 72nd. Quizá es mejor, creo, dejar los lugares que más te gustan, mientras que todavía los amas, antes de que todo se rompa. Lo mejor es salir antes de las pausas de ilusión, antes de que el espejismo se convierta en polvo, seguir con nuevas esperanzas hacia ese velo del encantamiento de vivir.
La de paseos que me di por ahí cuando vivía en East 72nd. Cómo echo de menos esa ciudad.
ResponderEliminarQué privilegio y maravillosa experiencia debes haber tenido en esa ciudad, el bullicio, la estimulación constante y demás elementos misteriosos que se mezclan entre tanta gente llegada con sueños incontenibles. Siempre guardarás ese tesoro vivido en el East 72nd. Quizá es mejor, creo, dejar los lugares que más te gustan, mientras que todavía los amas, antes de que todo se rompa. Lo mejor es salir antes de las pausas de ilusión, antes de que el espejismo se convierta en polvo, seguir con nuevas esperanzas hacia ese velo del encantamiento de vivir.
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