"Sabemos que no se puede hacer una revolución con el agua de rosas. Y también sabemos que las clases propietarias nunca renunciarán a sus privilegios de forma espontánea. En el día de la revolución victoriosa, los trabajadores tendrán que imponer su voluntad a los actuales propietarios del suelo, del subsuelo y de los medios de producción, lo cual no se puede hacer, seamos claros en esto, sin que los trabajadores tomen la capital. de la sociedad en sus propias manos, y, sobre todo, sin haber demolido la estructura autoritaria que es, y continuará siendo, la fortaleza que mantiene a las masas del pueblo bajo el dominio. Tal acción es, sin duda, un acto de liberación; una proclamación de justicia social; la esencia misma de la revolución social, que no tiene nada en común con el principio de la dictadura completamente burguesa."

- Rudolf Rocker