Siempre fui consciente de la
posibilidad de que el silencio cayera
como la tapa de una tumba y me engullera
para siempre.
El silencio invadió la habitación
y yo tenía miedo de oír latir
mi corazón. era un peligro que venía de adentro
y que sólo una incesante marea de
palabras podía repeler si no
dominar.
escuchar el caos, una cascada.
las esclusas del Marne – Beethoven
un río que arrastra
piedras y árboles
El trueno que pasa
rodando.
Louise Bourgeois, Escritos (1953)
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