domingo, 1 de noviembre de 2015




Trenzados sobre la rueda de la noche
duermen los extraviados,
abajo, en los pasadizos del trueno,
pero donde nosotros estamos, está la luz.

Tenemos los brazos repletos de flores,
mimosas reunidas durante años;
destellos de oro caen de puente en puente
sin aliento en el río.

Fría es la luz,
más fría todavía la piedra ante la puerta,
y de las tazas de las fuentes
ya se ha apurado la mitad.

Qué será si, de añoranza
aturdidos hasta el cabello al viento,
nos quedamos aquí y preguntamos: qué será
si arrostramos la belleza?

Sobre el carro de luz alzados,
también despiertos, nos encontramos extraviados,
arriba, en las calles del genio;
pero donde nosotros no estamos, está la noche.

-  Ingeborg Bachmann,  París, El tiempo postergado

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