"Era esa hora entre dos luces en que los colores se intesifican y púrpuras y dorados flamean en los cristales de las ventanas como los latidos de un corazón impresionable; cuando, por alguna razón, la belleza del mundo revelado y, no obstante, a punto de perecer, tiene dos filos, uno de risa, otro de angustia, que parten en dos el corazón."
- Virginia Woolf, Una habitación propia
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