"...el tipo de absorción de la extranjería propuesto por nuestras sociedades se rebela como inaceptable para el individuo moderno, celoso no sólo de su diferencia nacional y ética, sino principalmente de su diferencia subjetiva, que es irreductible. El nacionalismo surgido de la revolución burguesa, se convierte en el símbolo primeramente romántico y más tarde totalitario."
"Se impone una evolución de las mentalidades para favorecer la mejor armonía de tal polivalencia. Tal vez se trate, en definitiva, de ampliar a la noción de extranjero el derecho al respeto de nuestra propia extranjería y, en suma, de lo "privado", que garantiza la libertad de las democracias."
"...Está surgiendo una comunidad paradójica formada por extranjeros que se aceptan en la medida en que se reconocen extranjeros para sí mismos. La sociedad multinacional sería así el resultado de un individualismo extremado, pero consciente de sus ansiedades y de sus límites, en que no se incluirían más que irreductibles dispuestos a ayudarse en su debilidad, una debilidad cuyo otro nombre es nuestra radical extranjería."
- Julia Kristeva, Extranjeros para nosotros mismos
(1) Hannah Arendt, "El imperialismo"
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