Tú no lo sabes:
hay abedules que de noche
levantan sus raíces,
y no creerías nunca
que de noche los árboles
caminan o se convierten en sueños.
Piensa que en un árbol hay
un violín de amor.
Piensa que un árbol canta y ríe.
Piensa que un árbol está
en un barranco y luego se convierte en vida.
Ya te lo dije: los poetas no se redimen,
se los debe dejar volar entre árboles
como ruiseñores listos para la muerte.
Alda Merini, A través de los árboles
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