Dejar atrás todo.
Incluso los días en los que fui
un perro amado
al borde de la cama.
Así es como emigro de la niñez.
Me hubiera gustado que te dieras cuenta
de algo: llevo un árbol con uñas rojas por dentro.
Yo hablo con Anahí.
Niña perro tenemos que encontrar la manera
de convivir sin vernos.
Ahora somos una sola mujer
repartida en la calle.
Cada verano
las tardes de tierra mojada
harán el resto.
Puede ser.
Luz Marchio, La medida
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