viernes, 16 de enero de 2015



La libélula que duerme en mi páncreas
sabe tu nombre y no lo dice.

La huella digital que forma un laberinto en mis dedos
conoce tu misterio y no lo desvela.

Algo en mí deshace metáforas para aprovechar la lana y
        hacer
un nuevo tejido en mí.

Porque yo bebo a diario en un enigma que da sed.
Yo bebo a diario en un enigma

...Pero
En la hora en que yo sola entiendo y me encadeno a la
        subsombra
en la hora en que tu sueño se entrega a circuitos de piel y
        yo sucumbo
con todas mis sangres arrebatadas
a una verdad implacable hecha de nada       En la hora
en que la razón entra en razón por medios intuitivos
y la ciencia tiembla transida de pasión y moléculas mortales
Ahí
justo en ese momento
en el que no estás está todo mi ser completo
arañando el espacio que ocuparía tu cuerpo
y el hueco de la caricia que se desplaza por el espacio.

Me alumbra la oscuridad y sin pensarlo
despliego las funciones del tacto y soy capaz de besar la
        distancia
hasta traerte a mis brazos
como un árbol grandioso que dispone nidos para los
        pájaros.
Se me estremecen las raíces que no sabía que tenía
y la mente del mundo crepita ante la belleza
de algo imprevisto
que somos nosotros
que somos
como la luz y la combustión que juntas forman la llama.

La libélula que duerme en mi páncreas
sabe tu nombre
la huella digital que forma un laberinto en mis dedos
conoce tu misterio
y yo espero
al borde de mí misma
tus pasos sobre el asfalto de mi corazón que no se para
        nunca
a pensar si late o ladra si es un prisma de cristal o un
        animal del monte...
La libélula sabe
tu nombre y no lo dice
la huella digital que forma un laberinto
conoce tu misterio y no lo desvela...

Somos
como el frío que tiembla haciéndose en las esferas
a punto de ser nevado
la inminencia brutal de una cereza a punto de brotar en flor
dos elementos químicos a punto de formar un cristal
o una máquina de coser y un paraguas a punto de
        encontrarse
en una mesa de operaciones
la vida
que no vivimos para vivir preguntándonos quién somos
sino para entregar a otros el soplo ferozmente hermoso
        que hace de nosotros
una red de estrellas y de músculos que sienten,
una criatura que alcanza el conocimiento cuando ama...

Y sobrevive solamente

porque bebe a diario en un enigma que da sed.


Olga Novo, Enigma, Volcán vivo, Los líquidos íntimos    
Imagen, Elia Mervi

2 comentarios:

  1. eso es lo que dice el corazón. hace mucho tiempo que lo llevo sintiendo. eres muy hermosa, Elise, me encanta tu escritura, tu forma de ser. tu inteligencia. Me encantan las personas que con fervor siguen su voz, sus palabras, su corazón. que viven su mundo, el suyo propio, que son de verdad, que escriben con amor, desesperación, ferocidad, la helada es muy cruel, las agujas afiladas, y la sed...sólo una determinada escritura puede transmitir..

    en esta noche más allá, a través de un puente de estrellas, te envío mi dulzura y un beso querida Elise

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