sábado, 29 de noviembre de 2014




Libérame de lo ordinario,
De la inevitable e inteligente conversación,
De los brillantes tópicos y de los lugares comunes
Acerca de la vida.

El silencio amortajado vibra
Ante la inminente jauría,
Y un camino ineluctable
Se ilumina bajo el relámpago.
Cada mente que se mueve
Sobre el encerado arco del pensamiento,
Incontables mentes encerradas
En el vívido círculo.
La lanceta sutil del amor.
El esplendor puro e inviolable
De la poesía falla al intentar
Abrirnos hacia una nueva vida.
El cuchillo se hunde hasta el hueso,
Pero nuestros comentarios ya fueron dichos
Deseando aún la soledad
Del mar sin navegar y las arenas
Sin marcar, desiertas, mudas.
Cuidado con el terror tangencial
De la metáfora que nadie ha usado.
Con los bordes filosos del rigor
En el fresco hielo verde del pensamiento.

Iris Murdoch, Lamento en Oxford

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