"A veces uno amanece con ganas de extinguirse, Rocamadour. Como si
fuéramos velitas sobre un pastel de alguien inapetente. A veces nos arden
terriblemente los labios y los ojos y nuestras narices se hinchan y somos
horribles y lloramos y queremos extinguirnos. Seguro que ahora no comprendes
esto, pero cuando seas mayor habrá días en que amanezcas con ganas de que un
aliento gigante sople sobre ti, apagándote. Así es la vida, Rocamadour, un
constante querer apagarse y encenderse."
- Julio Cortázar, Rayuela
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